JORGE PÁEZ VILARÓ
(19/05/1922 - 26/11/1994) (*)
Nació en Montevideo y se educó en un ambiente culturalmente rico. Su padre, el Dr. Miguel Páez Formoso, fue un eminente abogado, redactor de la Constitución de la República (1917), catedrático en la Universidad de la República, autor de varios libros de historia americana; americanismo que seguramente transmitió a sus hijos. A los 15 años Jorge Páez realizó una exposición de acuarelas en la Embajada de Uruguay en Lima. Completó sus estudios en Contabilidad Industrial en la Universidad de La Salle, asegurándose una primera etapa de labor administrativa en importantes industrias del Uruguay. Fuera del ámbito estrictamente artístico se relacionó con el mundo publicitario. Perteneció a una generación integrada por artistas como Juan Ventayol, Manuel Espínola Gómez, María Freire, Carlos Páez Vilaró, Raúl Pavlotzky, Rómulo Aguerre, Alfredo Testoni, Washington Barcala, Hilda López, Américo Spósito, Jorge Damiani.
Si bien no tuvo un estudio académico de la pintura realizó numerosos viajes formativos por América y Europa, donde contactó, entre otros, a maestros del Informalismo: Tapies, Millares, Feito, Fautrier. Desde 1948 se instaló en Inglaterra, relacionándose con figuras de la talla de Ben Nicholson y Jacob Epstein. En 1957 organizó y llevó al museo de Arte Municipal de Amsterdam una valiosa muestra de arte uruguayo, incluyendo a Torres García, que luego recorrió varias ciudades. Asistió a cursos de museología con autoridades mundiales, como Sandberg en Utrecht. En Buenos Aires expuso por primera vez en la Galería Pizarro en 1961, iniciando así un vínculo con la generación emergente de artistas en la Argentina. A comienzos de la década de 1960 practicó una abstracción matérica –en la que ya se expresaba su concepción americanista- que lo convirtió en uno de los principales representantes de la corriente informalista en el país. Sin embargo, a mediados de esa década, protagonizó junto con otros artistas una vuelta a la figuración conocida como El Dibujazo. Su incursión en la neofiguración estuvo influida por el pop art y por el grupo argentino Otra Figuración, con composiciones de tipo expresionista, muchas veces satíricas y barrocas, referidas por ejemplo a los bares, el tango, la vida nocturna, la playa.
Compartió con el grupo CoBrA, de los Países Bajos, la creencia en un arte universal, alejado de las escuelas oficiales, que buscaba sus raíces en las tradiciones populares y en el arte primitivo de cada país. Algunas de sus influencias en Montevideo fueron Hans Platschek (alemán radicado en Uruguay entre 1939 y 1953) y Lino Dinetto, pintor italiano que vivió en Uruguay entre 1951 y 1961. Su obra incluyó además los retratos, tales como una serie de 33 intelectuales u otra sobre viajeros y conquistadores de América. Durante varios años realizó crítica de arte en distintos diarios y fundó el Suplemento Cultural del El Bien Público. La Bienal de San Pablo le otorgó en tres ediciones el Premio Brindes Pombo por sus dibujos, el Premio Caio Alcantara Machado por sus pinturas informales y el Premio al Mejor dibujante Latinoamericano por sus ”dibujazos”. En 1973 fundó el Museo de Arte Americano de Maldonado, en una vieja casona histórica de esa ciudad -la casa rosada del cónsul británico Henry Burnett- con su colección particular de arte precolombino, arte tribal de África y Oceanía, arte colonial religioso y artistas nacionales y latinoamericanos. La restauración de la vivienda se realizó con la colaboración de reclusos de la Cárcel de Maldonado. Además de lo indicado, su colección privada constaba, por ejemplo, de dibujos de Picasso y Miró, pinturas de Chagall, Mondrian, Tàpies, De Chirico y esculturas de Degas, Maillol, Rodin, Moore y Marino Marini. Se destacó como gran gestor cultural. Como presidente de la Comisión Nacional de Artes Visuales contribuyó al diseño de una política cultural para manejar la imagen creativa y artística del país, sus presentaciones y discursos en el extranjero. El prestigio ganado, tanto en lo local como internacional (fue amigo de críticos como Argan, Romero Brest, Umbro Apollonio, Restany) le permitió desempeñar numerosas gestiones como Comisario en las Bienales de Venecia y San Pablo, y delegado en certámenes de varios países. En 1960 colaboró en la creación de la Bienal de Córdoba. Recibió el ofrecimiento del Secretario de la Organización de Estados Americanos para ocupar la Dirección de Cultura, a la que no pudo acceder por sus compromisos estables. Participó en las bases de la Bienal de San Pablo, a la que concurrió a todas sus ediciones como crítico, pintor, comisario y miembro del Jurado de Premiación Internacional. Formó parte de la delegación brasileña que inauguró el Pabellón de Brasil en la Bienal de Venecia. Colaboró en la primera campaña de concientización en pro del Museo de Arte Moderno de Río, a cuya inauguración asistió como invitado especial. Intervino en la fundación de lo que se llamó en Santiago de Chile el Museo de Arte Moderno (Quinta Normal) y organizó la donación de arte uruguayo para dicho museo. Igual iniciativa permitió al Museo de Arte Moderno de Buenos Aires tener una representativa colección de plásticos uruguayos. Fue invitado por el Presidente del Brasil, Juscelino Kubitscheck, a distintas jornadas culturales durante el proceso formativo de Brasilia y al Congreso de Arquitectura celebratorio del mismo. Colaboró con Marta Traba y figura en el acta fundacional del Museo de Arte Moderno de Bogotá. Armó con Godula Buchholz una muestra itinerante por América Latina que culminó en Baden Baden con una conferencia sobre el tema.
Intervino en la compra del Pabellón uruguayo en Venecia por mandato del presidente del Consejo Nacional de Gobierno E. V. Haedo. Fue representante y seleccionador de la Bienal de Grabado de Chile. Lo mismo ocurrió con la Bienal de Medellín que lo tuvo entre sus principales animadores. Ejerció la Vicepresidencia de ICOM (Consejo Internacional de Museos) de la UNESCO. Fue miembro del Comité para crear el Museo Latinoamericano Municipal de Montevideo. Colaboró con Asis de Chateaubrian en la gestión pro Museo de Arte de San Pablo y organizó una valiosa donación de arte uruguayo. Prologó más de cien exposiciones. Dio charlas en escuelas y liceos. Dictó conferencias en diversos centros: la Royal Photographic Society de Londres, Centro Latinoamericano de Roma, Facultad de Arquitectura de Asunción, Museo de Viña del Mar, Museo Caraffa de Córdoba, Instituto Iberoamericano de Madrid, Instituto de Estudios Iberoamericanos de Utrecht, Escuela de Bellas Artes de Lima, etc. Reorganizó el Foto Club del Uruguay. Estuvo al frente del espacio de arte Galería Windsor en la Ciudad Vieja.
Fue designado para Presidir la Comisión que estudió la viabilidad del Museo de Arte Contemporáneo del Uruguay, basada en su novedosa iniciativa de erigirlo en el Estadio Centenario de Fútbol, para lograr la convivencia cultural de las artes con el deporte. Integró la Comisión Nacional de Restauración de la Histórica Colonia del Sacramento. Restaurador, creador y organizador del Museo del Azulejo, en dicha localidad. Integró la Comisión de Amigos de la Ciudad Vieja y del Teatro Solís. Colaboró con un conocido estudio de arquitectos en la programación y concreción de edificios de apartamentos en Montevideo sobre la Rambla de Pocitos, y en Punta del Este.
Fue uno de los propulsores del proyecto urbanístico de Punta Ballena. De su incursión como escultor quedan dos murales de hierro en el Edificio Torre Gorlero de Punta del Este. Jorge Páez recordaba sus almuerzos con Picasso en Vallauris, con motivo de la muestra de cerámicas que le organizó en Montevideo, así como también a su admirado amigo, Jean Lurcat, el padre de la tapicería moderna, que le confiara la Exposición de tapices que recorrió Brasil, Uruguay, Argentina y Chile. Por su vocación americanista integró la Sociedad Bolivariana del Uruguay y la Comisión Nacional en pro del Monumento al Libertador en Uruguay. Recibió las condecoraciones de “Orden de Barón de Río Branco”, “Comendador al Mérito” –de Perú– y la “Orden de Gabriela Mistral”. El Correo lanzó un sello conmemorativo por el centenario de su nacimiento, y se llevó a cabo la retrospectiva “Otro expresionismo, Jorge Páez Vilaró 100 años” en el Museo Nacional de Artes Visuales.
EW
(*) FUENTES CONSULTADAS:
- Jorge Páez Vilaró y el otro lado de la imagen. Fernando Ureña Rib, Latin Art Museum. Recuperado el 03/09/2022 del sitio: https://web.archive.org/web/20151128094135/http://www.latinartmuseum.com/paez_vilaro.htm
- Sitio web de Arte Activo – Artistas visuales del Uruguay: http://museos.gub.uy/arteactivo/item/paez-vilaro-jorge.html
- Di Maggio, N. (2013) Artes visuales en Uruguay: diccionario crítico. Montevideo. Zonalibro.