CARLOS FEDERICO SÁEZ

14/11/1878 - 04/01/1901


Nace en Mercedes, Soriano en el seno de una familia de alta condición social, de fuertes lazos afectivos, y de cierto vínculo con el poder político.

Dibuja y pinta como autodidacta desde la niñez, con muestras de inusual precocidad. Cuando tiene diez años exhibe sus dibujos en la librería de Reilly de su ciudad natal. A los trece años se traslada a Montevideo concurriendo a las clases de pintura del profesor Juan Franzi en el Club Católico, donde conoce a Juan Zorrilla de San Martín. Recibe el Segundo Premio en el Concurso de Pintura realizado durante la Feria Agropecuaria y Artesanal en conmemoración de los 400 años del Descubrimiento de América. En la misma época presenta sus trabajos a Juan Manuel Blanes quien aconseja que el joven consolide su formación en Italia. Según el relato familiar Carlos realizó dos viajes a Europa. El primero entre 1893 y mediados de 1896; el segundo, entre 1897 y 1900, con una beca del gobierno y la designación de Oficial honorario de la legación de Uruguay en Italia. En esta segunda estadía estará bajo la tutela de Daniel Muñoz, ministro plenipotenciario y embajador uruguayo en ese país. Juan Luis Blanes, en Florencia, le aconseja que se afinque en Roma. Sáez también descarta París. Concurre un tiempo a la Academia de Bellas Artes en Roma, pero no se siente atraído por el aprendizaje sistemático y disciplinado. Pronto se enrola en las nuevas corrientes de la pintura italiana finisecular de postura antiacadémica. En Roma se vincula con artistas de vanguardia como Sánchez Barbudo, Pradilla y Ortiz, Morelli, Mancini y Michetti, que tendrán particular influencia en su estilo. Instala su propio estudio en la Via Margutta –centro de la bohemia cultural- y participa de varias exposiciones. Su manera de pintar se vincula con el movimiento de los llamados despectivamente "macchiaioli" ("los manchistas"). Para ellos la obra de arte es el desarrollo de la primera impresión recibida y plasmada en mancha de color, con el motivo tomado de la realidad, ‘il vero'. Recibe asimismo las influencias del naciente Art Nouveau. Sus creaciones se centran, casi exclusivamente, en pintar retratos, algunos paisajes y escenas de género. Pinta rostros eligiendo a sus modelos sin trabajar por encargo; a veces modelos profesionales, en la mayoría, de su familia y amigos, que nos muestran un ambiente mundano de sobria elegancia y en ciertos casos con toques de dandismo. No pinta grupos, retrata individuos en soledad. A excepción de sus dibujos, no pinta desnudos. Dibuja con el pincel y la mancha gobierna el contorno. Su pincelada rápida da a sus figuras la sensación de ser captadas en un instante. Fue en los escasos paisajes uruguayos que pintó, que recogió con gran capacidad pictórica la calidad de la luz de los campos (‘Arequita', 1892), lo cual lo coloca en la línea de los luministas iniciada por Sorolla e introducida en Uruguay por Blanes Viale. En Italia utiliza como fondo para sus retratos un biombo de papel pintado por él mismo, de características particulares: es pintura abstracta. Esta experiencia lo convierte en el primer artista uruguayo en desarrollar semejantes imágenes, que no fueron legitimadas hasta 1910 con Kandinsky.

Regresa a Montevideo en 1900 y reconstruye su taller en el mirador de la calle Zabala, casa de sus padres. Ese año exhibe en el Salón Maveroff. Se integra a tertulias culturales y frecuenta el ambiente artístico del momento, especialmente con Pedro Figari, Pedro Blanes Viale, Raúl Montero Bustamante.

Ya enfermo, presumiblemente de tuberculosis, y a instancias de una invitación de Figari, interviene en el concurso de afiches para el carnaval montevideano organizado por el Ateneo de Montevideo; lo gana, con una obra hoy perdida. No alcanza a recibir el premio. Muere a los 22 años, en una quinta de Piedras Blancas, que luego fuera vivienda de José Batlle y Ordóñez.

En 1949 cuatro artistas jóvenes -Espínola Gómez, Washington Barcala, Luis A Solari y Juan Ventayol- conformaron el “Grupo Sáez” en su homenaje. 

Produjo más de setenta óleos y pasteles y aproximadamente doscientos cincuenta dibujos y acuarelas en su breve carrera. Se lo considera un pionero del modernismo pictórico en el Uruguay.

Sus obras se encuentran en el Museo Nacional de Artes VisualesMuseo Juan Manuel Blanes, Pinacoteca Eusebio Giménez de su ciudad natal, en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) y en colecciones privadas.

 

 

Viernes 15 de Octubre de 2021
Ministerio de Educación y Cultura