VICENTE BASSO MAGLIO
22/12/1889 - 15/09/1961
Nació y murió en Montevideo. Fue periodista en El Siglo, La Reforma, El Día y La Razón. Colaboró con varias revistas: Bohemia, Apolo, Alfar, La Cruz del Sur, La Pluma. Fundador de radio El Espectador, en la que escribía Opina El Espectador bajo el seudónimo Pocas Plumas. Hombre de firmes actitudes políticas, anarquista, por lo que muchos de sus editoriales generaron polémica. El que emitió en ocasión de la muerte del profesor Arbelio Ramírez, ocurrida a la salida del acto del Che Guevara en la Universidad de la República, dio lugar a su alejamiento de la radio. Pocos días después murió de un infarto. Alfredo Zitarrosa -locutor de los editoriales- salió en defensa de Basso a través de una carta, lo que lo llevó también a su desvinculación de la emisora. En otro orden, Basso participaba con los avisos de las transmisiones de fútbol por radio Sport.
El primer título de su breve producción poética fue El diván y el espejo de 1917. Su segundo y mayor libro -Canción de los pequeños círculos y de los grandes horizontes escrito entre 1917 y 1929- fue premiado por el Ministerio de Instrucción Pública y provocó tanto admiración como rechazo. Esther de Cáceres lo consideró uno de los más grandes poetas de nuestra lengua. Ida Vitale cita ciertos reparos que tuvo Zum Felde: "Confundir los pequeños círculos con círculos viciosos", "enturbiar las aguas para parecer profundo", "el laberinto se retuerce sobre sí mismo y se reduce al solo placer de la complicación". Idea Vilariño describe su obra como de carácter místico, por la búsqueda e invocación de dios a través de un reiterado ‘Tú', si bien la religiosidad de los poemas no contiene elementos cristianos. Para Vilariño su poesía debe calificarse como oscura más que hermética. Los símbolos son una constante en sus versos, dada la inclinación artística de Basso Maglio hacia lo que él llamó ‘la claridad difícil', concepto que tomó de Eugenio D´Ors. Al igual que otros coetáneos se alejó del modernismo que estaba en declinación.
En prosa escribió los ensayos La expresión heroica, sobre plástica y poesía, y Tragedia de la imagen referida a Rafael Barradas.
De forma póstuma se publicó El canto llano, de solo doce poemas, y la obra dramática El azahar y la rosa.