TEATRO SOLÍS
Se estima que Montevideo tenía, a diez años de la Jura de la Constitución, unos 40.000 habitantes, y su única sala teatral era la Casa de Comedias. Un grupo de ciudadanos destacados -muchos referentes de la masonería- resolvió construir un teatro “digno para la ciudad” en un contexto urbano creciente. Se constituyeron en Sociedad Anónima con una Comisión directiva -con Luis Lamas, Francisco Solano Antuña, Juan Francisco Giró, Juan Benito Blanco, entre otros- que fue generando las condiciones para su desarrollo.
Emplazado en un lugar bisagra entre la ciudad vieja y la nueva, comenzaron las obras en 1842, pero al año siguiente debieron interrumpirse por el inicio del Sitio de Montevideo. El primer proyecto para su construcción lo había realizado el arquitecto italiano Carlo Zucchi, pero fue adaptado a las posibilidades económicas, luego de la Guerra Grande, por el arquitecto Francisco Javier De Garmendia. La Comisión tuvo que distribuir las acciones en 1854 y para ese acto administrativo surgió la necesidad de asignarle un nombre al teatro, lo cual fue resuelto pragmáticamente llamándolo "Teatro de la Empresa". Posteriormente, varios accionistas pidieron reconsiderar este tema y se debatió hasta en la prensa. Entre varios nombres -''de la Paz'', ''del Sol'', ''de la Concordia'', ''de Mayo'', etc. - finalmente se votó por "Teatro Solís", nombre que homenajeaba al navegante y explorador del Río de la Plata. La inauguración oficial del Teatro Solís fue el 25 de agosto de 1856, en presencia del presidente Gabriel Antonio Pereira, con la representación de la ópera "Ernani" de Verdi por la Compañía de Vera Lorini. La Comisión del teatro quiso mostrar la resistencia del edificio, quizás por un accidente ocurrido durante su construcción o por la magnitud del emprendimiento. Así, el domingo anterior a la inauguración se permitió la visita al público en general, y posteriormente se hizo una “prueba de solidez” haciendo marchar a todo un batallón de infantería por la sala, galerías, pasillos y palcos.
Entre 1869 y 1874 se levantaron los cuerpos laterales de acuerdo al proyecto del arquitecto francés Víctor Rabu, siguiendo un programa destinado a obtener beneficios económicos con locales para vivienda y para comercios, sin relación con la actividad teatral del recinto principal. Unos años después se cambió el techo de madera por uno de estructura metálica de origen francés y se ensanchó el escenario, bajo la dirección del Ingeniero Juan Alberto Capurro. En la primera década del siglo XX se realizaron renovaciones en la decoración y obras de mantenimiento. Se destacan las pinturas del plafond de sala y el arco escénico realizadas por los pintores Carlos Mª. Herrera y Pío Collivadino. En 1937 la Sociedad Anónima vendió el teatro a la Intendencia Municipal de Montevideo. El Cine Parlante en el lateral del Teatro sufrió en 1940 el derrumbe de la cúpula metálica, provocando muertos, por lo que se introdujeron una serie de mejoras para la seguridad. En 1943 se cerró por casi dos años para reformarlo, dotándolo de mejores condiciones de seguridad, higiene y comodidad, bajo la dirección de los arquitectos municipales Altamirano y Cohe. Más adelante, se creó la Comisión de Teatros Municipales y se fundaron dos instituciones: la Comedia Nacional y la Escuela Municipal de Arte Dramático, en 1947 y 1949 respectivamente. En 1965 se realizó una renovación del alhajamiento del teatro, cambiándose entre otras cosas las viejas butacas de la platea. Luego de un principio de incendio en un camarín, el teatro estuvo cerrado durante seis años a partir de 1998 para llevar adelante las obras de restauración más importantes de su historia. La reinauguración tuvo lugar el 19 de noviembre de 2004 con el estreno de "Las Mil y una Noches"-dirección general de Héctor Manuel Vidal.
El Teatro Solís es la casa de la Comedia Nacional, Orquesta Filarmónica de Montevideo y Banda Sinfónica de Montevideo. Cuenta con tres escenarios, una sala de proyecciones, la Sala de Exposiciones ‘Estela Medina' y una fotogalería. Innumerables artistas se han presentado en su escenario. A modo de ejemplo, las sopranos Luisa Tetrazzini o Adelina Patti, los tenores Francesco Tamagno y Enrico Caruso ; actrices: Sarah Bernhardt, Eleonora Duse, Lola Membrives, Margarita Xirgú, Vivien Leigh; actores: Ermette Zacconi, Ruggero Ruggieri, Louis Jouvet, Jean Vilar, Vittorio Gassman; músicos : Arthur Rubinstein, Wanda Landowska, Robert Cassadessus, Andrés Segovia; bailarinas: Anna Pavlova, Isadora Duncan.
De estilo neoclásico, y con capacidad para 1500 espectadores , su fachada principal parecería inspirarse en la del teatro Carlo Felice de Génova, la sala tiene forma ligeramente elíptica, similar a la de la Scala de Milán, aunque el interior del Solís guarda una similitud notable con el teatro Metastasio de Prato, cerca de Florencia. La Farola está ubicada en el vértice superior del frontón de la fachada principal del Teatro. Esta luminaria se utilizaba como forma de anunciar a la población las noches que había función, ya que por su ubicación era fácilmente visible desde gran parte de la ciudad, antiguamente sin edificaciones de alturas considerables. Actualmente se mantiene esta tradición y se ilumina también la caja escénica que es el cubo de vidrio detrás de la farola.
En el 2004 se crea el CIDDAE, Centro de Investigación, Documentación y Difusión de las Artes Escénicas. E stá conformado por documentos producidos por el teatro en el transcurso de su historia y por donaciones de particulares. El acervo documental del CIDDAE datado de 1840 a 1937 integra el “Registro Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe”, UNESCO.
El escritor y político argentino Miguel Cané, fallecido en 1905, decía, refiriéndose al Solís: "América del Sur no posee un solo teatro que pueda presentarse como rival y muchas grandes ciudades europeas lo desearían y lo mostrarían al viajero como una obra digna de examen".
