MARÍA STAGNERO DE MUNAR
1856 - 1922
AURELIA VIERA
1856 - 1953
DOS MAESTRAS VARELIANAS (*)
El título de maestra vareliana corresponde a una ley especial que así denominaba a quienes habían actuado en la reforma escolar de José Pedro Varela.
La integración de la mujer en el proceso educativo representó un hecho social muy relevante: surgía en Uruguay el trabajo femenino calificado. El personal docente hasta la reforma escolar estaba constituido mayoritariamente por hombres. Los cambios logrados gracias a los nuevos métodos y programas, que hacían menos violento el clima escolar, menos agresivo, posibilitó que muchas jóvenes se volcaran al magisterio, sobre todo cuando este se presentaba ordenado, con normas claras y con la posibilidad de desarrollar una carrera profesional.
Hoy recordamos a dos de ellas en el 165 aniversario de sus nacimientos.
MARÍA STAGNERO DE MUNAR
Nació en Montevideo, en una familia de escasos recursos, por lo cual recién ingresó a la escuela a los doce años, con escasos conocimientos de ortografía y caligrafía. Cuatro años después ya era maestra de primer grado. La comisión nombrada por José Pedro Varela para inspeccionar las escuelas comunes la indicó entre las ocho maestras que más se habían distinguido en su labor escolar, y la recomendó a la consideración de sus superiores por su ‘concentración y sus no comunes conocimientos didácticos.'
Al rendir examen de Segundo Año Ampliado fue la primera mujer que obtuvo la nota de Sobresaliente. Estuvo al frente de la dirección de la Escuela N°12 de 2do. grado, donde implementó un plan de reforma por el cual el alumno podía aprender a razonar, a expresar sus ideas y a pedir una explicación cuando no comprendía. Al crearse la Escuela de 3er. grado ganó también su dirección por concurso.
Fue la única mujer en dictar clases en la Sociedad de Amigos de la Educación Popular al ser llamada luego del fallecimiento de José Pedro Varela.
Cuando se creó el Internado de Señoritas, para la preparación de maestras de enseñanza primaria, ocupó la dirección con 26 años hasta que se vio obligada a retirarse debido a una dolencia cardíaca.
Tras este episodio, el Poder Legislativo sancionó una ley designándola Directora Honoraria del Instituto. Las clases se daban en el Museo Pedagógico, donde se encuentran numerosos objetos que evocan su presencia en el Internado.
Un monumento, obra de Juan D´Aniello, ubicado en el Prado, zona en la que ella residiera, recuerda su magisterio. En él se lee: ‘María Stagnero de Munar- Maestra de Maestras.'
La Biblioteca infantil ubicada en el Parque Rodó lleva su nombre.
Su fallecimiento constituyó un duelo nacional.
AURELIA VIERA
Nació en Montevideo.
Demostró una gran vocación dado que sus padres se oponían a que siguiera una carrera por su delicada salud.
Con poco más de quince años rindió una exigente prueba en la Escuela Superior Femenina, por la cual obtuvo el cargo de auxiliar en la misma escuela en la que había sido alumna. Su remuneración era de doce pesos mensuales, que llegarían a cincuenta al ser nombrada ayudante. José Pedro Varela la nombró para una ayudantía de 2do. grado. Luego ganó por concurso la dirección de la escuela de 1er. grado N°12, y mediante otro concurso ganó la dirección de la escuela de 2do. grado N°9 para varones en el barrio Palermo, donde la policía no se atrevía a entrar de noche.
Al crearse la escuela de 3er. grado N°1 fue designada directora.
Preparó para maestras a dos hermanas, quienes fueron también destacadas docentes. Ocupó la dirección interina de la Escuela de Aplicación de Señoritas.
Fue una de las fundadoras de la ‘Liga Uruguaya contra el Alcoholismo'.
Al cabo de treinta y tres años de ejercicio del magisterio se jubiló en 1905. Sin embargo, siguió formando parte de mesas examinadoras y de tribunales de concurso. Integró el Consejo de Educación Primaria (1933-1934).
La biblioteca municipal ubicada en Lucas Obes y 19 de abril en Montevideo lleva su nombre, al igual que la escuela pública N°132. En el Prado hay una palmera consagrada a su memoria.
(*)- Bibliografía consultada: Desde 1811 de la Prof. Ma. Emilia Pérez Santarcieri.