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Lunes 24 de Noviembre de 2014

Ricardo Ehrlich

Uruguay multiplicó su fuerza constructora y ahora invierte en cultura y la valora

La sociedad uruguaya “valora la cultura e invierte su tiempo en ella”, destacó el ministro Ricardo Ehrlich, Añadió que en los últimos años se ha desarrollado una notable capacidad de creación” y con ello han crecido en cantidad y calidad las salas y los espectáculos, a la par de que “nuestros artistas son reconocidos en el exterior” y se ha podido universalizar el hecho cultural a través de las Usinas y los Centros MEC.

En entrevista con la Secretaría de Comunicación, Ehrlich aludió a la transformación que vivió la sociedad uruguaya en su vínculo con la cultura nacional en los últimos años.

“Actualmente las propuestas culturales uruguayas tienen una presencia enorme en todos lados y con mucho éxito, desde la murga y el candombe hasta el ballet, todos los géneros musicales, así como la literatura, que tiene un creciente reconocimiento en el exterior”, reflexionó.

El responsable del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) entiende que esto es resultado y demostración de un país que mira su futuro con optimismo, de una sociedad que multiplicó su fuerza constructora, que está pronta para asumir nuevos desafíos, nuevos escalones cada vez más altos.

“Falta mucho, pero el país está adquiriendo en sociedad, una velocidad y fuerza que permite asumir desafíos importantes en la construcción de ese futuro”, apuntó.

En ese marco, hizo hincapié en los cambios que se visualizan en la población. “Nos convertimos en una sociedad que valora la cultura e invierte su tiempo en ella, lo cual implica encontrarse personalmente y con los otros, en los espacios de la cultura y que está desarrollando una notable capacidad de creación cultural. Se visualiza a todo nivel, en todo el territorio nacional”, comentó.

Añadió que los programas ministeriales apoyan al máximo las distintas iniciativas. La mayoría de los programas se ejecutan a través de procedimientos de concursos, llamados, convocatorias abiertas y evaluaciones, con componentes externos de relevancia.

“Las respuestas de la sociedad son extraordinarias, el apoyo a actividades culturales de la población, de las empresas, de distintos particulares, especialmente en el marco de la denominada Ley de Mecenazgo (un fondo de incentivo cultural que llegó a los topes fijados e incluso desplazó los topes en forma progresiva)”, detalló.

“Hay una respuesta importante de la gente que llena las salas en todo el país, ante una gran variedad de propuestas”, evaluó Ehrlich, quien explicó que esto derivó en un proceso de recuperación edilicia y de apertura de nuevos centros de espectáculos en todo el país.

Precisó que en Montevideo se ve sobre todo el esfuerzo público en el Teatro Solís y en el Auditorio del Sodre, por ejemplo, pero en el interior del país también es importante. Solo a través de los programas de los que participa el MEC o que apoya se lograron 61 salas en este período de Gobierno, desde las grandes y emblemáticas en la capital hasta las más pequeñas en el interior del país, con distintos propósitos.

También se multiplicó el público de los museos y se abrieron nuevos, tras crearse una norma al respecto y un Sistema Nacional de Museos.

Usinas Culturales y Centros MEC

En este período de Gobierno desde 2010 se desplegaron las Usinas Culturales, que son centros de edición, audio y video, verdaderas convocatorias para la materialización de las propuestas.

“Vamos por 16 usinas. En los próximos días abrimos una en el Hospital Vilardebó, destinada a los usuarios, pero también para la gente en general, como se hicieron en centros de reclusión del interior y de Montevideo”, relató.

“Esto demuestra que la cultura derriba barreras, que los derechos culturales no se detienen en las instituciones de reclusión y que la cultura apoya el desarrollo de las personas y la vida en todos los ámbitos”, dijo.

Otra herramienta de vinculación fundamental, esta vez con el territorio, son los Centros MEC. Se trata de una herramienta cultural mayor para la gente en pequeñas localidades, instalada en torno a la propuesta de alfabetización digital, que alcanzó actualmente los 60.000 adultos y adultos mayores formados en las técnicas de comunicación e información.

“Se formaron de a grupos pequeños en pueblos de todo el territorio. Llegar a 60.000 es importante. Esto abre muchas posibilidades a la gente”, insistió. “La cultura de estos tiempos a veces condena a la soledad y el aislamiento del adulto mayor. Contar con este tipo de herramientas permite que se rompan ciertas murallas”, agregó Ehrlich.

Los Centros MEC fueron modelados por las propias personas en función de sus necesidades. Hoy son espacios culturales, de educación no formal, de reunión social.

En estos años los Centros MEC, que alcanzan los 125 en todo el territorio, tuvieron 1,3 millones de participantes en este país con 3,3 millones de habitantes.

El Sodre y el Ballet

Ehrlich se refirió también al desarrollo del Sodre (Servicio Oficial de Radiotelevisión y Espectáculos) como institución con responsabilidad nacional, que representa la búsqueda de los niveles más altos de exigencia y calidad. Es un estímulo al desarrollo de la calidad en todas las áreas.

“El Sodre está cumpliendo un rol mayor, es una institución que se sigue consolidando. Aún hay mucho camino por recorrer para darle toda su plenitud”, puntualizó.

En lo que respecta al Ballet del Sodre, en muy pocos años superó los 250.000 espectadores. En 2013 estuvo en 28 localidades del interior con una respuesta importante del público.

“Todas las actividades que se realizan en el país tienen reconocimiento internacional. Lo vemos en las giras del Ballet, de los cuerpos estables y de la Orquesta Juvenil”, agregó.

La ciudadanía cultural en construcción

“La consigna que teníamos de desarrollo cultural para todos, basados en la concepción de que la cultura crea ciudadanía, que es un pilar de construcción de convivencia y generación de arraigo por fortalecimiento de referentes, por ese encuentro consigo mismo y con los otros y con el territorio que representa a la cultura, viene avanzando”, dijo Ehrlich.

“La ciudadanía cultural dejó de ser una consigna, es algo en construcción y el desarrollo cultural para todos, la gente lo asumió con mucha fuerza en el territorio”, aseguró.

En cultura los caminos están abiertos. La articulación de las políticas nacionales con las departamentales y municipales fue fundamental en estos años y puso un tema sobre la mesa pensando a futuro: el país tiene que tener un Plan Nacional de Cultura que contemple el desarrollo de las diversas áreas con todos sus matices y direcciones en el territorio nacional.

El ministro recordó que la cultura es un pilar de construcción de sociedad y así está siendo comprendida cada vez más en los espacios políticos, también en su diversidad y por los propios actores sociales.

Entiende que se debe aumentar el esfuerzo-país en el marco de un Plan Nacional de Cultura, que requerirá instrumentos legales nuevos que potencien las capacidades desde lo que es la edición de libros hasta las oportunidades para las nuevas generaciones de actores de la cultura y la profundización de la formación de públicos.

“Somos una sociedad que va cambiando de la mano de la cultura. La cultura da trabajo y genera riqueza, contribuye de forma significativa al producto bruto interno (PBI) y a la economía nacional, es una fuente de recursos”, dijo.

 Pensando en el futuro, en mayores inversiones vinculadas a la cultura, Ehrlich considera que debe darse un mayor esfuerzo en lo que respecta a las políticas, un mayor esfuerzo de la sociedad, pensando en los instrumentos legales que la apoyan.

Hay que fortalecer la presencia de la cultura uruguaya en el exterior, pensándola como un bien que ofrece al resto del mundo. “Un país de 3,3 millones de habitantes, que quiere ser de cultura, de conocimiento y educación, debe ser abierto a la región y al mundo”, agregó.  

 

 

 

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