'En una esquina del salón, Giselda Zani, locuaz, podía recorrer con similar solvencia los más diversos tópicos: la túnica de Clotilde Sakharoíf en Danseuses de Delphes, que evocaba las sedas multicolores de Oriente cuando invadieron Grecia en el período helenístico; las gambetas de Enrique Fernández en el partido contra Rampla Juniors, que comentaría en el próximo número de Rush; una infalible receta de cocina (que no recuerdo); la expresión torpe de Judas besando a Jesús en uno de los frescos del Giotto de la Cappella degli-Scrovegni, en Padua, pinturas que pocos años más tarde le inspirarían La cárcel de aire.' (Julio Bayce en Una Institución de hace medio siglo. María. V. de Muller y 'Arte y Cultura Popular'). 

GISELDA ZANI
(1909 - 1975) (*)

Nació en Génova y falleció hace cincuenta años. Se ha indicado que murió en una casa de retiro de monjas, en Mendoza, Argentina. En cambio, su amigo Julio Bayce afirma que su deceso ocurrió en Buenos Aires. A los cinco años su familia se instaló en Montevideo. Hija de un próspero empresario italiano, recibió una educación refinada, fue gran lectora y aprendió varios idiomas. Alberto Zum Felde habría de alabar su erudición. Esa posición económica le posibilitó, entre otras cosas, viajar a Europa; pero con el transcurrir de los años la fortuna familiar se redujo considerablemente. No es clara su pertenencia a una generación literaria específica. Publicó su primer poema en francés en la revista Vanguardia, de Juan Carlos Welker, con quien se casaría, siendo breve su matrimonio. A los veintún años publica el poemario La costa despierta (1930). Zum Felde anotaría: ‘poemas estrictos cuyo riel corre sobre el filo del álgebra'. No continuó como poeta, a pesar de que Gabriela Mistral la impulsaba a ello. Al año siguiente incursionó como conferencista, publicando –a través de la Comisión Nacional del Centenario- una exposición sobre las poetas uruguayas. Como cronista deportiva entrevistó a José Nasazzi en 1933 para radio Sport, desde un teléfono en el pasillo que llevaba a los vestuarios.

Ingresó a la revista deportiva Rush , en la que realizó con el apellido Welker más de veinte reportajes a jugadores de fútbol relevantes (nuevamente a Nasazzi), en sus hogares, para conocerlos en su vida cotidiana, y dirigidos primordialmente a un público femenino. En el género crítica de arte, escribe un ensayo sobre Giorgio de Chirico, y en 1938 da a conocer La cárcel de aire - una valoración espiritual del Giotto. Es un estudio de los aspectos religiosos de la obra del pintor florentino, conjugando plástica y misticismo, que no fue bien recibido por Joaquín Torres García. Le seguirían otros como Pedro Figari y De la poesía de Esther de Cáceres. Hacia 1940 optó por el humanismo cristiano de Jacques Maritain, al cual adhería el círculo de Esther de Cáceres, ambas plenamente católicas. Más tarde se sumó al Partido Colorado. En esos años participó de la institución Arte y Cultura Popular, que conducía María V. de Muller. Además, colaboró en publicaciones locales como Alfar, Escritura, Revista Nacional y en revistas extranjeras: Esprit y Geographical Magazine. Ya en los cincuenta hace reseñas sobre cine, en revistas como Film, Cine Radio Actualidad, Clima y en el semanario Marcha, convirtiéndose en la primera mujer uruguaya que se dedica a ese arte. Lo hace bajo el pseudónimo de Marialde, compartiendo páginas con Arturo Despouey, Homero Alsina Thevenet y Emir Rodríguez Monegal. Fue integrante de los jurados internacionales de festivales de cine de Cannes y Venecia. Trabajó como cronista de cine en El Diario y La Mañana. Redactó guiones cinematográficos: La ciudad se extiende, basada en la novela Barrio, de Adolfo Montiel Ballesteros; Fuentes de blancura (publicitando artículos de limpieza); un guion documental para la VII Conferencia de la UNESCO, entre otros. Participó como delegada de Cinemateca Uruguaya ante el Congreso de la Federación Internacional de Archivos de Films realizado en Ámsterdam (1952). Su condición de políglota la habilitó como traductora.

Se desempeñó como inspectora de la Comisión Nacional de Turismo y funcionaria del cuerpo diplomático. Actuó en la Comisión de Solidaridad con escritores franceses durante la segunda guerra, para juntar fondos y enviar materiales para la escritura. En 1957, con su volumen de siete cuentos Por vínculos sutiles –título tomado de un verso de Baudelaire y cuya preparación le insumió veinticinco años- obtuvo el premio del concurso de narrativa de Editorial Emecé, de Buenos Aires. Se codeó con la intelectualidad de su tiempo: Jules Supervielle, Esther de Cáceres, Eduardo Dieste, Enrique Amorim, Blanca Luz Brum (que la vinculó con la revista peruana Amauta de José Carlos Mariátegui), e incluso con el círculo de la revista argentina Sur. Mantuvo correspondencia con cineastas como Luis García Berlanga, Vittorio de Sicca, o con escritores y críticos como Beatriz Guido, Guillermo de Torre y Roger Caillois. Abundantes fotografías la registran junto a André Bazin, Jacques Prévert, José Bergamín, Rafael Alberti y Pablo Picasso. Arturo Sergio Visca la incluye en su antología del cuento de 1962, señalando la acertada combinación de realidad y fantasía en sus textos. Zani fue severa con los críticos literarios, como lo expone, por ejemplo, uno de sus personajes en el cuento Los altos pinos. Carlos Martínez Moreno al tiempo que reconocía su talento, la calificó de rebelde, indócil, conflictiva. Una pequeña calle de Punta del Este recuerda su fuerte vínculo con el balneario.

(*)- FUENTES CONSULTADAS:

- Video Silueta de una ausente. El archivo de Giselda Zani (24/10/2024). Biblioteca Nacional del Uruguay: https://www.youtube.com/watch?v=jT1ZlYj9i-0

- Entrevista al profesor Alfredo Alzugarat en el programa radial Efecto Mariposa (09/10/2024): https://mediospublicos.uy/giselda-zani-pionera-en-la-critica-cinematografica-y-en-el-periodismo-deportivo/

- Entrevista al profesor Alfredo Alzugarat por Roberto Saban (03/01/2023). Sitio web del Portal APU: https://www.apu.uy/noticias/una-cronista-deportiva-olvidada-giselda-zani

- Blanco, A. (22/06/2012) - El extraño caso de Giselda Zani. Semanario Brecha. Montevideo. Recuperado el 24/01/2025 del sitio web: http://elblogdeangelesblanco.blogspot.com/2012/06/el-extrano-caso-de-giselda-zani.html

- Nuevo Diccionario de Literatura Uruguaya 2001. Montevideo. Alberto Oreggioni-Ediciones Banda Oriental.

- Da Rosa, J.J. (1997). Los narradores. Entre el realismo y sus fracturas, en Historia de la Literatura Uruguaya Contemporánea, Tomo I. Montevideo, Banda Oriental.

- Bayce, J. (27/06/1978) - Cartas al señor Avlis de "Gardelificando". Sitio web Anáforas: https://anaforas.fic.edu.uy/jspui/handle/123456789/36982 

- Visca, A.S. (1976) - Nueva antología del cuento uruguayo. Montevideo. Banda Oriental.

- Martínez Moreno, C. (1975) - Giselda Zani in memoriam, en Literatura uruguaya, Tomo I, Carlos Martínez Moreno. Montevideo. Cámara de Senadores, 1994.

- Benedetti, M. (11/04/1958) - Combate y fantasía de Giselda Zani. Semanario Marcha. Montevideo.