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¿Ve aqueyas paredes/ de adobe, sin techo,/ que al láo de un ombudo/ Lucen ayá lejos ?... (DEL PASAO Horas negras)
JOSÉ ALONSO Y TRELLES
(07/05/1857 - 28/07/1924) (*)
Poeta y periodista. El Viejo Pancho, tal su seudónimo, nació en Ribadeo (puerto cantábrico de la provincia de Lugo, Galicia) y murió hace cien años en Montevideo, habiendo obtenido la ciudadanía uruguaya en 1902. Su madre era gallega y su padre asturiano, de la vecina villa Navia (Asturias), donde Alonso y Trelles pasó parte de su infancia y adolescencia. A la edad de dieciocho años llegó al Río de la Plata con el título de perito mercantil. Luego de una muy breve estadía en Montevideo se radicó primero en Chivilcoy, Argentina, donde residió por dos años. En 1877 se dirigió a Uruguay estableciéndose en Tala, localidad de Canelones (zona agrícola pero poco gauchesca, según anota Zum Felde). Se empleó en un almacén de ramos generales y posteriormente en el Correo. Contrajo matrimonio en 1882 con la hija del dueño de aquel almacén. Más tarde la pareja se trasladó a Río Grande do Sul donde nacieron sus dos primeros hijos. En 1887 volvieron a Tala y reingresó como socio en el comercio de su suegro. Estudió notariado, sin finalizar; no obstante, se desempeñó como procurador judicial. En el pueblo fue integrante de entidades e instituciones de carácter social. A su vez se dedicó al periodismo (colaboró con el diario El Tala y publicó dos semanarios realizando con gran esfuerzo prácticamente todas las tareas en ellos: el satírico El Tala cómico -con varios seudónimos, como Juan Monga- y Momentáneas, en el que apareciera, entre otros importantes textos, el original de La Güeya).
En 1908, y por un corto período, ocupó una diputación (había sido electo suplente) representando a Canelones por el Partido Nacional. Su actuación política se destacó por la defensa de las autonomías municipales. En los últimos años viajó a España, a su tierra gallega y asturiana, a visitar a su familia. Está sepultado en el cementerio de Tala, pueblo que sintió como su tierra de adopción, al punto que se le conoce como ‘El cantor del Tala'. Según Sabat Pebet, fue un hombre de muchas lecturas: Carlyle, Taine, Stendhal, Flaubert, Galdós, Pereda, Azorín, Palacio Valdés, Antonio Machado, Ortega y Gasset, etc. En la década del 20 del siglo pasado sus versos circulaban también en Buenos Aires, cantados por Gardel con su guitarra. Si bien fue contemporáneo de la guerra civil de 1904, cuando El Viejo Pancho tomó contacto con el campo uruguayo ya casi no quedaban gauchos. El gaucho de Alonso y Trelles es primordialmente de tono melancólico, pesimista y escéptico, y sus experiencias distan -hasta donde se sabe- de la vida del autor:
• ‘Paresé, aparcero, paresé y disculpe, - / Le dije: - Qué bichos yeva en esa tropa?'/ - ‘Voy pa la tablada de los gáuchos zonzos/ A venderles miles de esperanzas gordas'. - (Hopa…Hopa…Hopa!)
Los poemas gauchescos - inicialmente aparecidos en la revista ‘El Fogón'- fueron reunidos en 1916 bajo el título Paja Brava, con prólogo de su propia autoría. El libro gozó de gran popularidad y fue varias veces reeditado, por ejemplo, por Tor en Buenos Aires en 1926 (publicado, además, en gallego en 1998). Cabe recordar que inicialmente la lírica de Trelles era en lenguaje culto y de inspiración romántica. Se han señalado influencias en su poesía: Bécquer, Rosalía de Castro y regionalistas españoles, entre otros. Sus composiciones, cortas, son esencialmente líricas, de intensa emoción, nostálgicas -tan propias de sus orígenes- muchas veces referidas a un amor perdido, traidor o contrariado, de un tiempo pasado, lo que no es característico de la vieja poesía gauchesca. Gustavo Gallinal agrega que su lenguaje no es gauchesco sino el habla rústica de un paisano actual. Trelles empleó distintas métricas, desde la décima y la cuarteta clásicas hasta el endecasílabo y el alejandrino.
A partir de 1917 y hasta su muerte también publicó poemas en la revista ‘El Terruño', entre otras. Sin mayor relevancia literaria escribió algún cuento, unas pocas piezas de teatro como ¡ Guacha! y Juan el loco (poema de dos cantos). Alfredo Zitarrosa tomó como base el texto del poema De la lucha para una de sus canciones, y Eduardo Fabini escribió la música de La Güeya y Luz Mala. Emir Rodríguez Monegal escribió una nota muy crítica referida a Trelles, en Marcha (‘Otro Centenario'), al cumplirse el centenario de su nacimiento. Paja Brava integra la Colección de Clásicos Uruguayos (Biblioteca Artigas), Vol. 13. (1954). Ángel Rama lo volvió a publicar en su editorial Arca en 1968.
Una calle y plazoleta llevan el nombre de El Viejo Pancho en Montevideo. En ella, junto a uno de los dos bustos gemelos creados por José Luis Zorrilla de San Martín -el otro se encuentra en la Plaza España de Ribadeo-, que luce dos placas conmemorativas (una con errores en las fechas de nacimiento y muerte), se plantó un ceibo que hoy ya no existe.
(*) - FUENTES CONSULTADAS:
- Gustavo San Román (2007) - José Alonso y Trelles en sus 150 años: El estado de la cuestión. http://www.academiadeletras.gub.uy/innovaportal/file/127966/1/revista_anl_3_2007_a6.pdf
- Nuevo Diccionario de Literatura Uruguaya 2001. Montevideo. Alberto Oreggioni - Ediciones Banda Oriental.
- Idea Vilariño, prólogo a Poesías, Montevideo, Banda Oriental, 1999.
- San Román, G. (03/07/1998) - ‘José Alonso y Trelles: entre la gauchesca y el nativismo'. Montevideo. Insomnio N° 28 de Posdata.
- Barreiro, P. (1979) - El viejo Pancho. Un gallego en la poesía nativista oriental. Ediciones do patronato da cultura Galega.
- Gallinal, G. (1967) - Letras uruguayas, Montevideo. Biblioteca Artigas.
- Pereira Rodríguez, J. (1957) - La obra de ‘El Viejo Pancho'. Montevideo. Impresora L.I.G.U.
- Di Paula, T. J. (29/06/1956) - ‘El Viejo Pancho' entre la poesía culta y la gauchesca. Marcha, N° 819. Montevideo.
- Serafín J. García, prólogo a Paja Brava, Montevideo, Biblioteca Artigas, 1954.
- Sabat Pebet, J. C. (1929) - El Cantor del Tala. Montevideo. Palacio del Libro.