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CLARA SILVA
11/10/1902 - 21/09/1976
Poeta, narradora y crítica. Nació en Montevideo en el seno de una familia fervientemente católica.
Colaboró asiduamente en diversas publicaciones periódicas uruguayas y del continente. Su trabajo como crítica literaria y conferencista la llevó a ser presidenta de la Sociedad Amigos del Arte. Además, se desempeñó como investigadora en el Instituto Nacional de Investigaciones y Archivos Literarios (fundado en 1948). Obtuvo premios del Ministerio de Instrucción Pública (1945/49/60) y del Concejo Departamental de Montevideo (1954/60).
La obra de Clara Silva fue vasta. Desde su libro de poemas La cabellera oscura (Buenos Aires, 1945) hasta Las furias del sueño, también de poesía (1975). Entre sus textos en verso, recorridos por un sentido teologal, se cuentan: Los delirios (1954) -con estudio preliminar de Guillermo de Torre- en el que se aleja del verso libre y presenta sonetos de amor humano y divino, Las bodas (1960) de angustiosa búsqueda religiosa: Te pregunto, Señor,/ es ésta la hora/ o debo esperar que tu victoria nazca/ de mi muerte?, Preludio indiano y otros poemas (Caracas, 1960) - en el que canta a América - y Guitarra en sombra (1964). Algunas de sus obras en prosa son: La sobreviviente (B. Aires, 1951), Aviso a la población (1964) en la que recrea un cruento hecho real del mundo de la delincuencia, elogiada por Mario Benedetti y Ángel Rama, y Habitación testigo (1967). Clara Silva incursionó asimismo en el ensayo literario, género en el que se destaca Genio y figura de Delmira Agustini (Buenos Aires, 1968).
Ya en 1949 Benedetti se había ocupado del segundo libro de poesía de Clara Silva, Memoria de la nada, en una nota junto a otros libros de poetas mujeres (Sara de Ibáñez, Dora Isella Russell, Ida Vitale), y lo consideró «tal vez el mejor libro de versos aparecido en este período».
El crítico Fernando Aínsa ha señalado: ‘El género novelesco deja de ser privativo de los hombres y es una poetisa la encargada de romper una tradición literaria hecha únicamente de mujeres poetisas. Clara Silva es la primera novelista que tiene el Uruguay; aunque Juana de Ibarbourou había adelantado en Chico Carlo (1939) la posibilidad de un digno ingreso en la narrativa por parte de una poetisa consagrada. Tras La sobreviviente (1951) de Clara Silva será habitual la publicación de narraciones escritas por mujeres, aunque generalmente lo harán como cuentistas…'
Fue elegida miembro de Número de la Academia Nacional de Letras en 1974.
Falleció en Montevideo, apenas unos meses después que su esposo, el crítico y ensayista Alberto Zum Felde.
Su hermana, Concepción, fue también poeta.