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MONTEVIDEO (Sputnik) - El uso del lenguaje inclusivo en Uruguay es una iniciativa polémica, defendida por colectivos feministas y juveniles pero cuestionada por algunos académicos, según un relevamiento realizado por Sputnik.
Lucía Barrios
Sputnik-América Latina
10-1-20
"Desde el punto de vista ideológico, sí se puede usar el lenguaje inclusivo (...) Sin embargo, los lingüistas hablamos desde la ciencia del lenguaje, y por el otro lado están los ideólogos o ideólogas del movimiento feminista que lo hacen desde el punto de vista político; esos dos mundos son inconciliables por el momento", dijo a Sputnik el filólogo Adolfo Elizaincín, de la Universidad de la República.
El lenguaje incluyente nació como una propuesta feminista para erradicar el androcentrismo en el habla.
Se entiende que existe un androcentrismo en el español, ya que se utiliza un universal masculino para referirse a ambos géneros.
La feminista, fundadora de numerosas organizaciones sociales y exsenadora del gobernante Frente Amplio (centroizquierda) Margarita Percovich dijo a Sputnik que "la sociedad no tiene un conocimiento real sobre lo que implica el lenguaje inclusivo".
"Estos procesos son lentos para que lleven a formar parte del sentido común, es decir, que todos acepten este tema como una cuestión lógica y necesaria; lamentablemente, el tema del lenguaje inclusivo todavía está en discusión en algunos actores que son determinantes porque simbólicamente tienen más poder e influencia para hacer más rápido el proceso", dijo a Sputnik Percovich.
Por su parte, Elizaincín afirmó que la visión de los lingüistas no es una "defensa de lo antiguo" sino una observación de cómo se ha comportado el lenguaje en los últimos dos mil años.
"Nadie puede cambiar la lengua por razones extralingüísticas; la lengua es como un organismo que se autorregula, acepta modificaciones y toma influencias de otras, pero si alguien dice a partir de tal fecha vamos a decir "amigues", eso no va a suceder", agregó.
En Uruguay, el lenguaje inclusivo es utilizado cada vez más por los jóvenes; los sindicatos estudiantiles ya lo tienen incorporado.
Además, desde algunas instituciones del Estado se han hecho esfuerzos por promoverlo, como el caso de la Administración Nacional de Educación Pública, que lo tolera en las aulas y en las pruebas escritas siempre que los profesores estén de acuerdo.
Asimismo, el Ministerio del Interior publicó en 2014 su "Guía de lenguaje inclusivo".
Reticencias en la legislación
Percovich afirmó que es necesario utilizar el lenguaje inclusivo a nivel de las leyes y decretos administrativos.
Dijo que este hecho "no es fácil", debido a que las instituciones son las que mayor reticencia han presentado a estos cambios.
"La verdad es que este tema es bastante difícil; uno lo ve con la Real Academia Española [RAE] que demora en incluir estos temas cuando en este siglo XXI parecería inevitable hacerlo", afirmó.
A nivel legislativo hay un manual sobre la forma de escribir las normas, pero no contempla la inclusión de género, lamentó.
"Los colectivos jóvenes y las mujeres estamos luchando para que las acciones y delitos estén escritos de forma inclusiva (...) La legislación no puede tener solamente un lenguaje neutro, porque de lo contrario termina definiendo la hegemonía tradicional, que es masculina (...) Es necesario este cambio para modificar la manera de actuar de los jueces y de los funcionarios administrativos", agregó.
Problema con la "E"
Las feministas comenzaron a proponer el uso del masculino y el femenino a la vez para referirse a la población en general (por ejemplo, "todos y todas") o utilizar la "e" como género neutro en español.
En el caso de la "e", se señala que existe un plural genérico ("les amigues", por ejemplo), también un singular genérico, que se utiliza para aquellas personas que no se consideren dentro del binario, por lo que se podría usar "María es linde"), y un indefinido, cuando se desconoce aún el género de la persona.
Este cambio implicaría también modificar los pronombres a "elle", "míe", "tuye", "cuántes".
Elizaincín dijo que mientras utilizar, por ejemplo, "todos y todas", no genera problemas en el lenguaje, ya que es un recurso retórico para abrir una conferencia, el uso de la "e" sí provoca inconvenientes.
"El problema es el uso de la 'e', porque se duplica el género cuando en el sistema de la lengua ya existe el morfema correspondiente, por ejemplo la 'o', que significa masculino, y la 'a', que significa femenino (...) pero la 'e' a lo largo de mil años en la lengua nunca ha significado eso; desde el punto de vista gramático no se puede usar para eso", agregó.
¿Extinción?
Elizaincín y Percovich también presentaron en este tema miradas completamente diferentes.
Percovich opinó que el lenguaje inclusivo va a ir avanzando a medida que la sociedad cambie la forma de concebir cómo se concretan las discriminaciones.
Por su parte, Elizaincín sostuvo que el lenguaje inclusivo corre peligro de extinción porque los cambios lingüísticos nunca, hasta el momento, se han dado a partir de la propuesta intencional de un grupo.
"Los cambios lingüísticos se inician inadvertidamente a causa de un grupo de personas, pero nunca una modificación planteada por un grupo de presión o ideológico ha tenido éxito en el cambio futuro de la lengua que se mide por lo menos en 100 años", reflexionó.
En caso de que eso sucediera, el cambio sólo sería en la lengua escrita, que es un sucedáneo de la lengua hablada y nunca es espontánea, afirmó.
Fuente: Sputnik