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Sitio de la memoria en homenaje a Miguel Mato

  • Dirección: Av. 8 de Octubre esquina Larravide

25 de octubre de 2018

Placa recordatoria en memoria de Miguel Mato Fagián, uruguayo secuestrado y desaparecido por la Dictadura cívico militar el 29 de enero de 1982 en la esquina de las calles 8 de Octubre y Larravide.

Miguel era trabajador de FUNSA, casado con Irma Correa y padre de Verónica.

En medio de la coyuntura política y social de las décadas del 60, 70 y 80, militó en la Unión de Juventudes Comunistas y en el Partido Comunista de Uruguay.

Desde ese lugar, desplegó su compromiso de lucha contra la Dictadura fascista.

Permanentemente manifestó su preocupación y especial sensibilidad por la condición de vida de sus semejantes, especialmente por los más humildes, por los postergados de siempre, y no quiso ser un mero espectador de los terribles acontecimientos que se desarrollaban en el Uruguay de la época, razón por la cual decidió enfrentar las medidas totalitarias y ser parte de la resistencia. 

El 29 de enero de 1982 en la esquina de 8 de Octubre y Larravide, Miguel Mato Fagián, luego de contactar a una compañera en el café de esta intersección, a quien le manifestara que una camioneta lo venía siguiendo, fue detenido en la vía pública y luego desaparecido.

Tenía 28 años en momentos de su detención.

36 años nos distancian hoy de aquella terrible noticia.

36 años de ausencia.

Su delito, militante político, que enfrentó la dictadura cívico militar como miles de uruguayos que resistían al fascismo instalado en el país.

Su muerte, una cruel injusticia: el asesinato aún impune de un hombre, militante comunista y frenteamplista.

Palabras de su hija, quien expresara recientemente sobre este homenaje lo siguiente:

“El último día que salió de casa se fue corriendo porque perdía el 145, ómnibus que lo llevaba hasta el trabajo. En ese momento yo tenía 5 años y estaba durmiendo, hoy tengo casi 42, calculen ustedes el tiempo que ha pasado. De las anécdotas de mamá y mi abuela es que reconstruyo el relato.

En todos estos años se han conseguido muchas conquistas sociales que han permitido que vivamos en un país mejor del que mató a mi papá.

Lamentablemente no hemos logrado Justicia...este país chiquito “donde nos conocemos todos” es un país impune. Donde todavía seguimos tratando que los responsables de delitos de lesa humanidad comparezcan a los juzgados. Increíble pero cierto.

Mañana es un día reparador: gracias a las leyes de Memoria, al trabajo solidario de los compañeros que construyeron la estructura, a la solidaridad de las personas que consiguieron los materiales de construcción, las sillas, el audio, la difusión y hasta el evento en fb. Pero principalmente gracias a mi mamá que luchó para que este acto de Memoria sea posible, sin su lucha nada sería posible.

Me gustó acompañar este posteo con esta foto: una postal que hizo el Partido Comunista invitando al homenaje. No sé qué sería de mi papá si estuviera vivo... pero creo que estaría en la calle caminando, subido a algún ómnibus, militando por alguna causa justa y comprometido por Verdad y Justicia.

Verónica Mato.-