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Miércoles 25 de Abril de 2018

Día Internacional de la Danza

Dos días de celebración con el BNS y las Escuelas de Formación Artística del Sodre en el Auditorio Adela Reta

El 29 de abril es el Día Internacional de la Danza y el Sodre lo celebra con el público el 29 y el 30, con el Ballet Nacional del Sodre y las Escuelas de Formación Artística.

El Ballet Nacional del Sodre rinde homenaje a la danza y su universalidad como herramienta transformadora capaz de superar barreras idiomáticas, políticas, culturales y étnicas.

El programa para el Día de la Danza en el Auditorio incluye una clase y ensayos de El Corsario abiertos al público con entrada gratuita.

29 de abril

11 a 12:30 h Clase abierta 
12:40 a 14 h Ensayo El Corsario

30 de abril

La Escuela Nacional de Danza, que forma parte de las Escuelas de Formación Artística del Sodre, se une a la celebración con clases abiertas con invitación al público para participar.

En la mañana y en la tarde se podrá ver el talento y entusiasmo de alumnos y docentes en el hall del Auditorio Nacional

10 a 11:15 h Danza contemporánea
14 a 15:15 h Ballet
16:19 a 18 h Folclore y Tango. 
Milonga de cierre con participación del público

Día Internacional de la Danza

El Día Internacional de la Danza se celebra cada 29 de abril, establecido por la UNESCO desde 1982, coincidiendo con el natalicio de Jean-Georges Noverre, considerado el creador del ballet moderno.

Cada año, la Unesco solicita a una personalidad reconocida de este arte, que redacte un mensaje que después es difundido mundialmente.

En 2018, la organización eligió una personalidad por continente y el mensaje desde América es de Marianela Boán, coreógrafa, bailarina y maestra cubana.

“Tu cuerpo empieza antes que tú mismo y es el lugar de todos los rituales que te pertenecen. Cuando escuchas tu cuerpo a través de la danza, escuchas también los cuerpos y los bailes de seducción y celebración de tus antepasados y tu especie. En tu cuerpo llevas las danzas que te salvarán.

Quien baila toca al otro más allá de la piel; toca su peso y su olor, derrota las pantallas táctiles y borra las fronteras entre los cuerpos y las naciones.

He vivido en ambos lados de la historia. He visto la pobreza y la riqueza, paisajes y cuerpos alimentados y abusados por el poder. Mi obra excava buscando los cuerpos reales entre los oficialmente permitidos. Ser coreógrafa en Cuba y República Dominicana, las islas mágicas donde habito, rodeada del mar Caribe y de gente que baila antes de nacer, es un privilegio innombrable. Danzar es el gran antídoto para la locura de la humanidad.

A cada desplazado, refugiado y exiliado del mundo, le digo: tienes un país que va contigo y que nada ni nadie podrá arrebatarte; el país de tu cuerpo.

danza